miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sobre el rodaje y la acogida del público

El largometraje está basado en el cuento de Vladimir Bogomolov, Mosfilms decidió adaptar la obra al cine. En 1961, el director Eduard Abalov fué contratado, pero sus primeras escenas no agradaron a Mosfilm; por lo cual Mijail Romm, profesor de la escuela de cine de Moscú, propuso a uno de sus mejores alumnos: Andrei Tarkovski, que con 29 años, ya había rodado dos cortometrajes como trabajos de cine: Hoy no habrá tarde libre (1959) y La aplanadora y el violín (1960). El nuevo director utilizó material ya rodado puesto que el presupuesto de la película se redujo a la mitad.

La película no fue muy bien recibida en los círculos de izquierda, puestoo que trataba el tema de la guerra desde el punto de vista de las víctimas, también por el uso que hacía de elementos oníricos y surrealistas que se consideraban “pasados de moda incluso en occidente”. Incluso el filósofo Jean Paul Sartre (quien miró el filme en privado y en un cine de la misma U.R.S.S.) salió en su defensa diciendo que él estaba seguro que ese film representaba la visión y las aspiraciones de los jóvenes soviéticos. Más allá de las críticas, el filme fue galardonado con el León de Oro del festival de cine de Venecia del año de 1962.
 

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